Es probable que durante toda tu vida hayas
escuchado mil limitantes que debes tener durante la noche si deseas bajar de
peso; sin embargo, a veces solo es necesario escuchar unas cuantas para lograr
tu objetivo.
El día de hoy te hablaremos sobre algunos consejos
prácticos que puedes poner en práctica a la hora de intentar consolidar esta
meta.
Dile “adiós” a la sal
Bueno, literalmente no tienes que abandonarla por
completo, pero sí es recomendable reducirla a su mínima expresión, especialmente
durante la noche.
De este modo, no solo cuidas el colesterol, sino
que, además, evitas la hinchazón a la hora de despertarte por la mañana; esto
se debe a que la sal suele almacenarse dentro de tu sistema durante las horas
en las que te encuentras durmiendo.
Para evitar esta incómoda consecuencia te
recomendamos cenar vegetales al vapor o carne magra, ambos libres de este
mineral.
Ejercítate antes de irte a dormir
Sí, puede parecer obvio, pero no lo es. Ejercitarte
hará que sudes, lo cual permite que pierdas peso; asimismo, hacer ejercicio en
horas cercanas a tu tiempo de dormir, lejos de mantenerte más activo, te
permitirá dormir mejor. En este sentido, trotar antes de la cena o caminar
después de ella, te será de gran ayuda a la hora de bajar de peso.
Prepara tu comida con antelación
Generalmente, las personas suelen llegar tarde y
cansadas del trabajo, por tal motivo, prefieren ordenar comida lista antes que
cocinar ellos mismos en casa. Conforme a esta solución rápida, es importante
mencionar que comer fuera de casa no siempre es sinónimo del buen comer; es
decir, por más rico que sepa un platillo de algún restaurant, no siempre debe
ser sano.
En este sentido, es recomendable preparar la cena
con antelación; si no te da mucho tiempo de hacerlo antes de salir a trabajar, lo
mejor es realizar una jornada de cocina durante el fin de semana y congelar
varias porciones para consumir durante el resto de la semana.
Hidrátate… ¡y mucho!
Por otro lado, tomar suficiente agua te permitirá
purificar tu organismo antes de acostarte a dormir; de modo tal que evites
amanecer con algún área hinchada por la retención de cualquier tipo de
componente alimenticio.
De igual modo, es recomendable no tomar agua
durante la media hora previa a la hora de dormir, puesto que eso evitará que te
despiertes a la mitad de tu jornada para ir al baño.
Duerme a
bajas temperaturas
Te recomendamos acostarte con una temperatura fría
en tu habitación, ya que esto permitirá que quemes calorías mientras duermes;
incluso, puedes quemar calorías hasta siete veces más de las que quemarías
durante el día, debido a la compensación a la que trataría de llegar tu cuerpo,
con referencia a su temperatura natural.
Evita
los carbohidratos
Aunque tu cuerpo digiere los
carbohidratos simples con rapidez, tarda más tiempo en digerir los que son
más complejos, como los almidones. De hecho, tu cuerpo no puede digerir la
celulosa, un hidrato de carbono complejo. Por consecuencia, pesarás más en
la mañana. Los carbohidratos también absorben el agua, haciendo que peses
un poco más debido al contenido de agua. Incluso después de que son
digeridos, los carbohidratos son convertidos en glucosa y luego en grasa.
Si quieres perder peso
durante la noche, no debes consumir carbohidratos durante el día. En su
lugar, opta por alimentos ricos en proteínas y bajos en hidratos de
carbono. Los alimentos ricos en proteína también frenan tu apetito.
Esperamos que estos simples consejos te sirvan para
bajar de peso durante las horas de la noche, especialmente porque se tratan de
tips que requieren de poco sacrificio para llevarlos a cabo.
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