miércoles, 22 de febrero de 2017

NO SABES QUE NOS ESTAMOS MATANDO POCO A POCO CON ESTO (veneno autorizado GMS)



Descubre qué es el glutamato monosódico en este artículo. Alguna vez te has preguntado cuando estás consumiendo un alimento ¿por qué comes y comes y no puedes dejar de comer? Seguramente esto no te pasa con los alimentos de alto valor nutricional sino con los alimentos conocidos como “comida basura”. Aquí te explico qué está detrás de las papas fritas, las botanas, salsas, condimentos, etc. que provocan que tengas una predilección especial por ellos.


¿Qué es el Glutamato Monosódico?


El glutamato monosódico, mejor conocido como GMS, es una sustancia en forma de sal que se adiciona a muchos productos procesados para mejorar y potencializar su sabor. El glutamato monosódico GMS es similar al ácido glutámico que es un aminoácido que el cuerpo puede producir por sí mismo, pero el glutamato monosódico que se encuentra en productos procesados procede de la caña de azúcar fermentada y está claramente relacionado con las siguientes reacciones adversas: erupciones en la piel, picazón, urticaria, náuseas, vómitos, dolores de cabeza (migraña), asma, irregularidades cardíacas, depresión, convulsiones, inflamación, aumento de peso, dolor muscular y trastornos nerviosos.


Además, muchas investigaciones serias señalan que el aditivo alimentario glutamato monosódico es adictivo y es causa directa de la obesidad, la diabetes, el autismo y el trastorno hiperactivo de déficit de atención.


No hay duda de que el glutamato monosódico causa adición y por ello la industria alimenticia está agregando mayor cantidad de esta sustancia a los productos para inducir a la gente a que prefieran sus productos por encima de alimentos naturales y saludables.


Seguramente recuerdas el slogan de una marca de papas fritas: ¿a que no puedes comer solo una? … Justamente el efecto adictivo del glutamato monosódico provoca que comas y comas sin poder detenerte y que prefieras comer alimentos que contienen GMS por encima de cualquier otro alimento más nutritivo.


Hace tiempo que se conocen los efectos adversos del glutamato monosódico, y afortunadamente muchas personas en el mundo los están evitando, pero la industria alimentaria que sólo tiene el propósito de aumentar sus ventas y ganancias y no le preocupa la salud de la población, ha ideado un truco de mercadotecnia que le ha funcionado: en las etiquetas de los productos, camuflajeó el nombre de glutamato monosódico por otros nombres como levadura autolizada, extracto de levadura,maltodextrina, proteína hidrolizada, caseínato de sodio, glutamato mono-potasio, proteína de soya texturizada y ablandador de carne. Todos éstos son sinónimos y causan los mismos efectos del Glutamato Monosódico, así que a partir de hoy te recomiendo que te vuelvas un buen detective para leer etiquetas y rechaces cualquier alimento que pueda contener estos ingredientes.


¿En dónde se encuentra el glutamato monosódico?

Debido a que el glutamato monosódico es tan barato, la industria alimentaria puede utilizar alimentos de baja calidad y sólo tiene que añadir glutamato monosódico para aumentar y mejorar su sabor.


El GMS se utiliza en casi todos los restaurantes de comida rápida y en la fabricación de una gran cantidad de alimentos para potencializar el sabor. Los productos que contienen las mayores dosis de glutamato monosódico son frituras de maíz, papas fritas, botanas, sopas, aderezos, carnes a la parrilla, carnes ahumadas, embutidos, especias preparadas, consomés concentrados y salsas. Con éste enorme consumo de alimentos adicionados con glutamato monosódico, no es de extrañar que tengamos los índices de obesidad  más grandes en la historia en el mundo occidental.


¿Cómo nos afecta el glutamato monosódico?


El glutamato destruye nuestras neuronas y provoca desórdenes mentales, como depresión, ansiedad, Alzheimer, también fatiga crónica, mareos, vómito, diarrea, dolor de cabeza, taquicardia, asma, vértigos, provoca enfermedades cardíacas, arterosclerosis, tensión arterial alta, artritis reumatoide, apendicitis, diabetes, esterilidad y hasta cáncer.


El consumo de productos con glutamato monosódico es peligroso debido a que causa un aumento en el ácido glutámico que es un neurotransmisor en nuestro cuerpo y al aumentar su concentración afecta muchos órganos y sistemas por su potencial de excitar las células. Por ejemplo, los casos de migrañas se caracterizan por presentar fotosensibilidad (sensibilidad a la luz) y fono-sensibilidad (sensibilidad al sonido) por eso muchas personas necesitan una habitación oscura y tranquila para relajarse y recuperarse.


También el glutamato monosódico altera el proceso que emplean el hígado y la vesícula biliar para desdoblar las grasas durante la digestión, por lo que muchas personas experimentan diarrea e incluso ataques de la vesícula biliar cuando consumen esta sustancia tóxica. En otros casos se presenta vómito y se puede reactivar el síndrome de intestino irritable.


Se conoce hoy en día que el glutamato monosódico tiene la capacidad de cruzar la barrera sanguínea del cerebro y llega directamente a las células cerebrales causando daños, especialmente en los bebés. De particular preocupación es la sugerencia de que el glutamato monosódico no sea ingerido por mujeres embarazadas pues puede llegar a causar lesiones en los niños mientras están todavía en el útero.

La investigación también ha demostrado que el glutamato monosódico puede causar esterilidad en el sexo femenino, esto podría contribuir a explicar el aumento de las tasas de infertilidad actuales.
Debido que no existe una normativa sobre la adición de GMS en los alimentos de consumo humano, los consumidores no tienen manera de saber lo mucho o lo poco que están consumiendo de ésta sustancia, por lo que la recomendación es evitar a toda costa cualquier alimento que contenga GMS o sus similares.
La mejor forma de aumentar el sabor de los alimentos es usar especias deshidratadas o naturales, ajo, cebolla y sal marina o sal rosa del Himalaya, otra recomendación es procurar hacer tú mismo tus propios condimentos y asegurarte de que están hechos con ingredientes orgánicos y tengan garantía de seguridad.
¿Qué podemos hacer para evitar los efectos del glutamato monosódico?

Ahora que sabes que la mayoría de los productos procesados y la comida rápida están llenos de GMS ¿qué estás dispuesto a hacer?


Te animo a que en lugar de esperar que la epidemia de obesidad y enfermedades relacionadas con nuestra forma de alimentarnos crezcan más y nos aplaste, debemos cambiar nuestra forma de comer y nuestros hábitos de consumo. El primer paso sería evitar consumir cualquier comida que contenga este aditivo tan tóxico en beneficio de tu salud y la de tu familia y en segundo lugar recomendaría no comprar ningún producto que provenga de las empresas que utilizan GMS para demostrar con tu poder de compra que exiges alimentos libres de cualquier sustancia tóxica, no solo glutamato monosódico y que necesitas alimentos elaborados con ingredientes de excelente calidad y alto valor nutricional.


El segundo paso sería desintoxicar tu cuerpo de sustancias nocivas para tu salud a través de productos de origen natural que te ayudarán a sacar de tus tejidos cualquier sustancia tóxica y te devolverán la vitalidad y energía perdidas.
Lee las etiquetas. 




No confíes en una etiqueta que diga “sin GMS” en la parte delantera de la caja. El GMS se menciona de muchas formas en una etiqueta. Aprende otras maneras en las que los fabricantes etiquetan el GMS. Aunque es probable que un producto no contenga el GMS, eso no significa que el GMS no esté presente. Hay otras maneras en las que el GMS se encuentra en tu comida. Busca cualquiera de los siguientes ingredientes:
·         El ácido glutámico libre procesado, el glutamato monosódico
·         El glutamato de calcio, el glutamato monopotásico, el glutamato de magnesio, el glutamato monoamónico, el glutamato de natrium
·         El ácido glutámico
·         El caseinato de sodio, el caseinato de calcio
·         El extracto de levadura, la levadura autolizada
·         El concentrado de proteína de suero
·         La proteína texturizada, el extracto de proteína vegetal
·         Los productos hidrolizados, incluyendo la proteína hidrolizada o el caldo vegetal


·         La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos requiere que las fuentes de proteína hidrolizada aparezcan en la lista de ingredientes de las etiquetas. Por ejemplo, si un producto contiene tomate o trigo no procesado, pueden aparecer en la lista como “tomate” o “trigo”. Si el ingrediente dice “proteína de tomate” o “proteína de trigo hidrolizada”, el producto contiene GMS.




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