La Dieta Sin Gluten
El único tratamiento eficaz para la Enfermedad Celíaca es una dieta sin gluten para toda la vida. El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y derivados y posiblemente avena. El gluten carece de valor nutricional pero tiene un alto valor tecnológico. Es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, confiriendo la consistencia esponjosa de panes y masas horneados.
No debe iniciarse una dieta sin gluten antes de tener el diagnóstico de un especialista, ya que dificultará el ya de por si diagnóstico de la enfermedad. La ingestión de pequeñas cantidades de gluten o trazas puede producir la lesión de las vellosidades intestinales, no siendo necesaria la aparición de síntomas clínicos.
Es recomendable consumir productos naturales ya que los productos manufacturados tienen un mayor riesgo de estar contaminados o contener trazas.
No se recomienda consumir productos a granel o elaborados artesanalmente ya que ha podido producirse algún tipo de contaminación cruzada.
Actualmente existen en el mercado productos elaborados con almidón modificado de trigo que contienen menos de 10 ppm de gluten y son aptos para personas celiacas.
Precaución con las harinas que no están certificadas por FACE ya que pueden estar contaminadas al haberse procesado en molinos donde se fabrican harinas de otros cereales como el trigo.
Al adquirir productos elaborados y envasados es recomendable comprobar la relación de ingredientes que figuran en el etiquetado, o buscarlos en la lista de alimentos.
PRECAUCIÓN. Debe rechazarse cualquier producto que contenga los ingredientes a continuación señalados salvo que figure como permitido en la lista de alimentos aptos para celíacos confeccionada por FACE.
Considera los siguientes puntos:
1. Precaución con los alimentos importados, ya que según los diferentes países de distribución un fabricante puede emplear distintos ingredientes para un producto con la misma marca comercial.
2. Se debe de extremar la precaución en la manipulación de alimentos en bares, restaurantes, y comedores. Ejemplo de ello sería el uso de aceites compartidos para productos con y sin gluten o si un plato de legumbre con embutido con gluten no podría ser ofrecido a una persona celíaca, aun quitando el embutido
3. En aquellas casas en las que haya un celíaco, se recomienda eliminar las harinas de trigo y el pan rallado normal y utilizar, en su lugar, harinas y/o pan rallado sin gluten, copos de puré de patata para rebozar, empanar o espesar salsas. De este modo los alimentos cocinados en casa podrían ser consumidos por todos, incluso los celíacos.
4. Hay que prestar atención en la manipulación de los embutidos al corte, habría que efectuar una correcta limpieza de la máquina si no estamos seguros de que los productos anteriores que se han cortado llevan o no gluten
5. Las asociaciones de celíacos están para ayudarle, ante cualquier duda o problema, acuda a ellas
6. Ante la duda de si un producto contiene o no gluten.
miércoles, 30 de marzo de 2016
miércoles, 23 de marzo de 2016
MITOS SOBRE ABDOMINALES
Mucho se ha hablado sobre los abdominales y cada entrenador tiene su opinión al respecto. Lo que sí que está claro es que es un grupo muscular como el resto y que por lo tanto deben entrenarse. Eso sí, no son músculos como otros cualquiera, pues tienen algunas funciones específicas como la sujeción de los órganos internos, por lo que no deben entrenarse sin saber antes algo sobre ellos.
Para comenzar, desmentimos el falso mito de que los ejercicios abdominales reducir barriga. Esto no es del todo cierto, pues si entrenamos los músculos abdominales estos estarán tonificados pero si están recubiertos por grasa, esta seguirá estando a menos que no acabemos con ella por medio de la dieta o con la realización de ejercicios aeróbicos. Si combinamos esto obtendremos una cintura más delgada y unos abdominales bien definidos.
Realizar muchas repeticiones de ejercicios abdominales no es del todo efectivo, pues sí que es cierto que es un grupo muscular que aguanta bastante más que el resto, pero no es necesario sobreentrenar. Lo importante es llevar a cabo ejercicios intensos más que repeticiones que no nos aportan nada. Es primordial que los ejercicios los realicemos de forma correcta aunque sean escasos, pues el rendimiento será mayor y los resultados también.
Otro mito es que tienen que doler los abdominales para que el resultado sea mejor. Esto no siempre es así, pues muchas veces ejercitamos los abdominales cuando llevamos a cabo otro tipo de ejercicios como los fondos de pectoral en suelo, tríceps con polea, elevación de piernas... En estos casos no duelen los abdominales pero los estamos trabajando.
Mucha gente cree que si usa plasticos o neoprenos envolviendo la tripa mientras entrena se reducirá el abdomen. Esto no es cierto, pues lo único que conseguimos es perder líquidos que se vuelven a recuperar y lo único que hacemos es arriesgarnos a la deshidratación por la excesiva pérdida de sales minerales. Lo mismo sucede con las cremas reductoras del abdomen. Su función es vasodilatadora, por lo que facilitan la circulación sanguínea en la zona con la consecuente pérdida de líquidos por el aumento de la temperatura. Pero es un buen aliado para tonificar la zona y un complemento al entrenamiento.
Otro falso mito es la utilización exclusiva de electroestimuladores para desarrollar los abdominales. Es cierto que es un buen complemento para tonificar los músculos y no perder el tono en periodos de bajo entrenamiento, pero por sí solos no son milagrosos. Es importante combinarlos con ejercicio para lograr resultados sorprendentes. No nos dejemos engañar por la publicidad y pensemos que un electroestimulador hará todo el trabajo.
Mitos acerca de los abdominales hay muchos más, pero estos son los más comunes que debemos tener en cuenta y desterrar de nuestra creencia, pues en vez de ayudarnos lo que hacen es perjudicarnos. Lo importante es ejercitar los abdominales de forma correcta y continuada, y olvidar las falsas promesas.
miércoles, 16 de marzo de 2016
GRASAS BUENAS Y GRASAS MALAS
Todos hemos oído hablar de que demasiada grasa en nuestra dieta es mala para nuestra salud. Sin embargo, no todas las grasas son malas. De hecho, hay grasa que es realmente buena para nosotros y es requerida por nuestro cuerpo para su correcto funcionamiento. Algunas de las funciones que la grasa tiene en nuestro cuerpo incluyen:
- Ayuda a nuestro cuerpo a producir hormonas
- Aisla y protege nuestro cuerpo y los órganos internos
- Mantiene la piel y el cabello sano
- Regula la presión arterial
- Ayuda a mejorar la función cerebral, especialmente en los niños
- Nos proporciona energía
- Reduce los niveles del colesterol malo
- Alivia los síntomas del síndrome premenstrual y la menopausia
- Reduce los riesgos contra enfermedades cardiacas y otros tipos de cáncer
- Ayuda para el transporte de algunas vitaminas a través de nuestro torrente sanguíneo
Si comprendemos la diferencia entre las grasas buenas y las malas, podremos saber si el contenido de cada una de éstas en los alimentos será benéfico o perjudicial para nuestro organismo.
Las grasas poliinsaturadas
Las grasas poliinsaturadas son rica fuente de vitamina E; ayuda a bajar los niveles de colesterol malo, aliviar los síntomas del síndrome premenstrual y ayuda en la coordinación motora. Las grasas poliinsaturadas se encuentran en el aceite de girasol, aceite de cártamo, semillas de calabaza, almendras, anacardos y semillas de sésamo.
Las grasas monoinsaturadas
Al igual que las grasas poliinsaturadas, se piensa que las monoinsaturadas también ayudan en la reducción de los niveles del colesterol malo. Además, una dieta rica en grasas monoinsaturadas ha sido asociada con un menor riesgo de cáncer y mayor longevidad. Algunos alimentos que son ricos en grasas monoinsaturados son: aceite de oliva, aceite de Angola, aceite de sésamo, aguacates, nueces de macadamia y carne magra.
Las grasas saturadas
Una dieta alta en grasas saturadas se han demostrado que puede aumentar los niveles del colesterol malo y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, el cáncer y la obesidad. Estas grasas se encuentran en grandes cantidades en alimentos como: queso, manteca, dulces, chocolates, tartas, pasteles, galletas y carne.
Grasas Trans
Son tan malo como las grasas saturadas para nuestra salud, o incluso peor. Las grasas trans no son más que grasas saturadas modificadas químicamente en el proceso de fabricación de alimentos. Y no sólo aumentan los niveles del colesterol malo en la cuerpo, sino también reducir los niveles de colesterol bueno también.
También hay un vínculo entre las grasas trans y las diversas formas de cáncer y enfermedades del corazón. A veces aparece en la etiquetas de los alimentos, sin embargo es en su mayoría se encuentran en la margarina, las galletas, pasteles, budines, comidas fritas, barras de chocolate y en muchas comidas rápidas.
miércoles, 9 de marzo de 2016
¿QUÉ ES EL CLA?
El CLA se anuncia como un suplemento para perder grasa sin efectos secundarios. ¿Es para ti?
Los suplementos para quemar grasa normalmente son estimulantes o termogénicos. Es decir, o te hacen sudar, o te quitan el sueño, o las dos cosas. Por eso cuando hace unos años apareció el ácido linoléico conjugado (CLA) como una alternativa sin estos efectos secundarios, todo el mundo se volvió loco.
El CLA es un ácido graso que se encuentra sobre todo en los productos lácteos y, en mucha menor cantidad, en la carne de vacuno. Se supone que bloquea la acción de la lipoproteína lipasa, que es la enzima que agarra la grasa del torrente sanguíneo y la almacena en las células del tejido adiposo.
Todo empezó con los ratones tonificados. Cuando se dio CLA en un estudio a estos simpáticos roedores, perdieron un 60% más de grasa que sus compañeros, y además ganaron músculo, convirtiéndose en modelos de fitness ratoniles. Por supuesto, había que probarlo en humanos.
Los primeros resultados fueron prometedores. En un estudio de 2004 se dio una dosis alta de CLA, de 3 a 6 gramos al día, a personas sanas pero con sobrepeso, sobre todo mujeres, sin cambiar su dieta ni actividad física. Comparados con el grupo de placebo, su grasa corporal bajó en un 9%.
El CLA se empezó a vender como suplemento para evitar el catabolismo (pérdida de masa muscular), quemar más grasa, aumentar la densidad ósea, ganar músculo y prevenir el cáncer.
Pero otros estudios no lo corroboraron. En un estudio con en atletas bien entrenados a quienes se dieron dosis de 6g al día de CLA , no se encontró ninguna diferencia.
Además, hay diferentes isómeros de CLA (la misma molécula, pero con los átomos ordenados de forma diferente) que tienen efectos distintos. El isómero trans-10 cis-12 es el que produce los efectos deseados, y resulta ser el que se encuentra en menor cantidad en nuestra dieta. Los suplementos tienen una mezcla de los dos isómeros.
En conclusión:
- Si tienes sobrepeso, los suplementos de CLA te pueden ayudar, pero no esperes resultados como en los ratones. Sin dieta y ejercicio no te servirán de nada.
- Si estás en forma, el CLA no producirá grandes efectos en tu masa muscular o grasa corporal.
- Asegúrate de tomar tus ácidos grasos Omega-3. Una lata de sardinas es la mejor forma.
miércoles, 2 de marzo de 2016
LA GENÉTICA Y EL EJERCICIO
Hace un tiempo escuchamos acerca de la revolución que causó el descubrimiento del genoma humano en el mundo científico. Desde el 2002, año que se descubre el genoma humano, hasta hoy en día siguen y seguirán avanzando las investigaciones sobre cómo conocer más sobre nosotros mismos a través de la información más profunda que tenemos: el ADN.
Hoy se sabe que podemos conocer la predisposición genética a diferentes tipos de cáncer, el riesgo de Alzheimer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras, gracias al descubrimiento del código genético.
Pero eso no es todo, también se puede utilizar la genética para optimizar el entrenamiento deportivo, conocer si existe una tendencia a lesiones y el impacto que tiene el ejercicio en la salud.
Se trata de un estudio que analiza el ADN de una persona, a través de una simple muestra de saliva, ésta se envía a un laboratorio en los Estados Unidos, en donde se la compara con una base de datos elaborada a partir de una gran población mundial. De esta manera, se determina las predisposiciones que la persona presenta frente a determinadas variables y se elabora el informe, que se recibe 30 días después de la toma de muestra.
Una vez recibido el informe es el turno del equipo profesional conformado por nutricionistas, entrenadores y médicos deportólogos. El estudio le permite al equipo estudiar y planear el entrenamiento y alimentación que optimicen y mejor se adapten al cuerpo y objetivo de cada deportista, sin importar su nivel. Sea un deportista amateur o de alta competencia.
El objetivo del estudio es ayudar a encontrar el atajo para alcanzar el plan de nutrición y ejercicio óptimo para cada persona.
Qué comer y cómo entrenar
Los resultados se dividen en dos partes principales: nutrición y entrenamiento.
La sección de nutrición a su vez se divide en tres partes y en cada una de ellas se analizan diversas variables: el plan nutricional adecuado para cada persona, la respuesta del organismo a la cafeína y los lácteos. Además las necesidades específicas de vitaminas y minerales de cada persona.
El entrenamiento a su vez se divide en tres partes; en cada una de ellas se analizan diversas variables. Por ejemplo, cómo optimizar el entrenamiento, qué tipo de ejercicios son más beneficiosos para el ADN de cada individuo y cómo potenciar las habilidades personales. Así también se estudian la tendencia genética a lesiones, y el impacto del ejercicio en tu salud.
Los profesionales capacitados en genética podrán, en función a este informe, orientar al paciente sobre todos estos puntos y a partir de allí elaborar un plan de alimentación personalizado y junto con los entrenadores físicos elaborar un plan de entrenamiento que mejore el rendimiento deportivo.
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